Hoy hace mucho más frío que antes, cuando venía a leer siempre. Cambie un poco mi rutina por el invierno. Pensé que había salido el sol pero está cubierto de nuevo. Hace un rato llegué del correo, fui a enviar un telegrama de renuncia. El trabajo que habia conseguido no me permitía estudiar. Gracias a la ayuda de mis padres puedo planear mejor mi futuro y establecer otras prioridades. Aún así, me torturó la decisión porque sentía que estaba dejando pasar la oportunidad de tener más ingresos y ayudar en la casa, pero voy a seguir buscando otro trabajo que no me afecte la cursada. Pensé en mis compañeras, son todas mucho mayores que yo y con familias que mantener. Todas habian habian tenido empleos similares, como yo antes de éste tuve. Y me dió una mala sensación pensar en la situación de ellas, teniendo entre treinta y cincuenta años, buscando empleos forzosos y eventuales. No es que ellas no avancen, cada uno hace sus planes y avanza los pasos que proyecta. Yo quiero otra c...