Lo que perseguimos
Cuento de un monje y un libro
En estos momentos Minhao siente que ya no esta tan perdido como cuando llegó al pueblo. Dice que no es de esas personas que empiezan cada proyecto con gran entusiasmo y convicción, pero en realidad trata de no ir con altas espectativas y se deja llevar. Ahora un fuerte presentimiento lo llena. Se acerca el papel que tiene en la mano a los ojos, la carta perece haber sido escrita recientemente, y eso debía ser malo. Alguien podría haber falsificado la confesión para despistarlo, y siendo un caso tan antiguo.. Pero esas palabras sonaban como la dura verdad y su autor reclamaba atención después de tantos años. Minhao resume en su mente los hechos acontecidos hace décadas. Una vez un niño encontró la muerte en su propia casa cuando una persona que entró allí encontró el tesoro que buscaba. Un objeto con poder místico, que atraía a los espíritus de las personas hacia él. Por eso Minhao sabe que lo va a encontrar. Supuso que cuando encontrase al culpable encontraría ese elemento consigo o quiza los encuentre en el orden opuesto.
Dicen que el objeto robado es un talismán inconfundible, pero el joven no está seguro de que sabrá cuando lo halle.
Min guarda la carta y comienza a caminar rápido hacia algún lado mientras piensa que si aquella es verídica el asesino sigue vivo. Pero reflexiona que no hay en el pueblo gente tan vieja, y de repente recuerda a un monje que conoció hace un tiempo cuando fue al monasterio. No habia tenido en ese momento una razón para ir allí, y ahora sí tiene sentido esa visita.
Sus pies comienzan a moverse mas rápido. Los árboles se ven borrosos cuando los ve pasar por el rabillo del ojo. Ya no siente el ruido de sus pasos en el camino, casi vuela. Llega corriendo hacia el monasterio casi olvidado y reconoce mágicamente en la entrada del edificio el talisman, brillando desesperado. Dentro del lugar yacía el cuerpo del monje.
Minhao sabe que no van a haber palabras justas para expresar ese momento, pero el lector, desde donde sea que lea su libro, sabrá a qué se refiere. El mundo no es justo, la justicia se persigue con desesperación y se halla al fin de un largo camino empinado.
Dicen que el objeto robado es un talismán inconfundible, pero el joven no está seguro de que sabrá cuando lo halle.
Min guarda la carta y comienza a caminar rápido hacia algún lado mientras piensa que si aquella es verídica el asesino sigue vivo. Pero reflexiona que no hay en el pueblo gente tan vieja, y de repente recuerda a un monje que conoció hace un tiempo cuando fue al monasterio. No habia tenido en ese momento una razón para ir allí, y ahora sí tiene sentido esa visita.
Sus pies comienzan a moverse mas rápido. Los árboles se ven borrosos cuando los ve pasar por el rabillo del ojo. Ya no siente el ruido de sus pasos en el camino, casi vuela. Llega corriendo hacia el monasterio casi olvidado y reconoce mágicamente en la entrada del edificio el talisman, brillando desesperado. Dentro del lugar yacía el cuerpo del monje.
Minhao sabe que no van a haber palabras justas para expresar ese momento, pero el lector, desde donde sea que lea su libro, sabrá a qué se refiere. El mundo no es justo, la justicia se persigue con desesperación y se halla al fin de un largo camino empinado.
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